Puedes ponerte todo el escote del mundo, maquillarte como una princesa, ponerte tacones dignos de una puta de lujo y una falda de zorra poligonera. Si no le gustabas antes no le vas a gustar ahora. Puedes beber lo que gustes, y hacer la gilipollas proporcionalmente a tu mentalidad o superar el límite de lo inaguantable. Puedes bailar como una perra en celo y restregarte con el, que si no le ponías antes no le vas a poner ahora. Puedes decirle guarradas al oído o cantarle canciones de amor, que si no estaba convencido antes no va a estarlo ahora. Y ¿Sabes por qué? Porque te pintas una realidad imaginaria, que nada tiene que ver con lo que hay. La falda que persigue es la mía, la boca que se come es la misma que te esta hablando y la piel por la que babea es la que rodea mi maravilloso cuerpo después de que me haya arrancado toda la ropa. No lo intentes, enserio, lo único que vas a conseguir es perder las bragas (si aún las llevas)